Desde que comenzó el proceso previo al último Draft, se suponía que la clase actual de novatos NBA sería una de las peores de las últimas décadas. Sin un número uno claro -acabó siendo Zaccharie Risacher- y con muchísimas más dudas que certezas en cada uno de sus principales nombres.
Aunque todavía es realmente temprano, los primeros días de acción de la temporada -sumado a lo visto en pretemporada y, en menor medida, Summer League- apoya ese análisis. Noche a noche, cuesta encontrar buenas producciones de los rookies y entrando a la jornada del jueves 31 de octubre, solo uno de ellos -Carlton Carrington de los Wizards- promediaba en doble dígito de puntos con 10.5 unidades.
Sin embargo, sin que necesariamente hablemos de jugadores con potencial de superestrella, van apareciendo algunos novatos que dan un paso al frente. Zach Edey crece en Memphis, Dalton Knecht se muestra como un tirador peligoso para los Lakers, el propio Risacher suma algunas buenas actuaciones en Atlanta. Pero si bien todos estos jugadores, en menor o mayor medida, están cumpliendo con lo que se suponía eran sus virtudes y sus defectos, hay un nombre en particular que está rompiendo con todas las proyecciones: Ryan Dunn, alero de los Phoenix Suns.
Does Ryan Dunn have the PRETTIEST jump shot in the league? 🤔😅 pic.twitter.com/BOqzc6o1mt
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Dunn era uno de los casos más particulares al entrar al Draft. Se trata de un alero de enormes condiciones físicas y atléticas, que ya era un monstruo defensivo en la Universidad de Virginia, infranqueable en el perímetro y con estadísticas fenomenales en ese costado. Sin embargo, allí se terminaba el aporte de Dunn, incluso a nivel NCAA: en su primer año promedió 2.6 puntos; en el segundo, ya como titular, subió a 8.1 unidades.
Dentro de esa falta de anotación, su total falta de tiro exterior era el principal problema: anotó 5 triples en 31 juegos en la 2022-2023 y solo 7 en 34 durante la 2023-2024. Su 23% en tiros de tres y su 52% en tiros libres eran estadísticas pésimas para un perimetral, motivo por el que, a pesar de sus talentos en otros rubros, terminó cayendo al pick 28 del Draft.
Sin embargo, el cambio de Dunn desde su llegada a la NBA ha sido poco menos que milagroso, transformándose de la noche a la mañana en el molde más claro de un alero 3&D. Y es que no solo ya muestra su enorme potencial defensivo, sino que en sus primeros cuatro juegos en la liga ya había anotado la misma cantidad de triples (7) que en toda la temporada pasada en la NCAA. Y este jueves, ante los Clippers, fue todavía más allá.
Titularizando en lugar de Bradley Beal, Dunn cumplió un papel clave para que Phoenix termine revirtiendo un partido desfavorable y se quede con la victoria por 125-119, mejorando su registro a 4-1 en la campaña. El exVirginia pasó 34 minutos en cancha y aportó 16 puntos y 4 rebotes, incluyendo otros 4 triples para su cuenta personal.
PUT RYAN DUNN IN THE 3PT CONTEST RIGHT NOW @NBA pic.twitter.com/725dcI05Kd
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La impensada mejora de Dunn como tirador es una de las grandes sorpresas de estas primeras semanas en la 2024-2025, sin importar si hablamos de rookies o no. Y es que si los equipos hubieran sabido lo que el nacido en New York podía aportar en esa faceta, seguramente hubiera sido una de las primeras selecciones del Draft. Porque de nuevo, su rendimiento y proyección en otros aspectos -especialmente en defensa- son realmente de élite.
Si Dunn mantiene lo que viene mostrando hasta ahora, los Suns podrán decir que se han quedado con el gran robo del Draft 2024.