Los Jacksonville Jaguars movieron una gran cantidad de capital de Draft para subir tres lugares cerca de la parte superior de la primera ronda el jueves pasado. Fue por una muy buena razón: querían a Travis Hunter. Se trata de un posible talento generacional que juega en ataque y defensa, que ganó el Trofeo Heisman en Colorado mientras se desempeñaba como esquinero y receptor con un nivel extremadamente alto.
Tal vez los Browns encontraron una joya con Mason Graham en la selección número 5, o Quinshon Judkins en el número 36, o con quien sea que elijan con la selección de primera ronda de los Jaguars de 2026. Pero Jacksonville consiguió a Hunter. Eso es más que suficiente para el gerente general James Gladstone.
Esto es lo que Gladstone dijo en la conferencia de prensa de presentación de Hunter:
El fútbol americano tiene la capacidad de encender la creencia. Creencia en nosotros mismos, creencia en los demás, creencia en lograr lo que muchos podrían considerar imposible.
Travis Hunter, él encarna la creencia. Es una persona rara. Es un jugador raro. Pero también es un recordatorio de que los límites del juego de fútbol fueron hechos para ser desafiados.
La decisión de seleccionarlo fue, en realidad, una declaración. Una declaración sobre cómo planeamos movernos, quiénes somos, y queremos que él no sea nada más que él mismo. Cuando lo es, eleva el espacio que lo rodea.
Eso es absolutamente asombroso. Es casi un misterio que más equipos no estuvieran persiguiendo al jugador por el que Jacksonville sacrificó sus activos futuros para adquirirlo.
Todo el mundo ha sabido que Hunter era especial durante mucho tiempo. Fue el recluta número 1 en la escuela secundaria, luego tomó una decisión revolucionaria de ir a jugar con Deion Sanders en Jackson State.
Se mantuvo leal, siguiendo a Sanders a Colorado y atrapando pases de Shedeur Sanders durante toda su carrera universitaria, mientras también se proponía como misión atrapar los pases del QB del equipo contrario.
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Hunter fue el número 1 en la mayoría de los tableros de Draft, pero la necesidad posicional significó que los Titans eligieron a Cam Ward en primer lugar. Eso dejó a los Browns en una posición para conseguir al mayor talento de su generación en Hunter. En cambio, optaron por la cantidad sobre la calidad.
Los Jaguars aprovecharon la oportunidad y consiguieron un jugador de fútbol potencialmente histórico. Como dijo Gladstone, Hunter es "un recordatorio de que los límites del juego de fútbol fueron hechos para ser desafiados".
Es el desafiante de límites por el que los Jaguars hicieron el intercambio. Y por eso es el movimiento más grande en la historia de la franquicia de Jacksonville. Los Jags no dudaron cuando tomaron a Trevor Lawrence en la primera selección general. Esta vez, se requirió audacia.
Gladstone, el joven genio gerente general de 34 años, mostró más agallas que cualquier otro GM en la liga para hacer este movimiento. Ahora, es Jacksonville, el equipo y la ciudad, los que se benefician. Hunter es un Jag, y el futuro es increíblemente brillante.
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*Artículo original publicado por Billy Heyen y traducido por Facundo Echarren