Los Golden State Warriors no lograron cerrar la serie ante Houston Rockets, cayeron por 131-116 en un partido en el que tiraron la toalla en el tercer cuarto y ahora buscarán definir el cruce este viernes, de regreso en San Francisco.
Más allá de la victoria cómoda de Houston, una de las historias del partido pasó por una estrategia ciertamente polémica utilizada por los defensores de los Rockets y, especialmente, Dillon Brooks, atacando una zona lesionada del cuerpo de Stephen Curry.
El tirador de Golden State entró al partido con el pulgar de la mano derecha hinchado, producto de un golpe sufrido en un duelo previo de este enfrentamiento. Y, con poco disimulo, Brooks y los Rockets intentaron golpear la mano de Steph cada vez que este soltaba el balón en un tiro de tres puntos.
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La NBA no cobra infracciones por golpear a un tirador en lo que se denomina como el follow through (continuidad del gesto del tiro), algo que está siendo aprovechado al máximo por el equipo de Ime Udoka.
Consultado al respecto en la conferencia de prensa posterior al encuentro, Brooks hizo poco menos que confirmar esta estrategia. "Estoy jugando el juego. Si alguien tiene un tobillo lesionado, lo voy a atacar cada vez. Lo que sea que estén diciendo, pueden seguir diciéndolo".
Quien se mostró particularmente molesto con esta situación, entendiblemente, fue el entrenador de los Warriors, Steve Kerr, calificando este gris en la regla como lo "más tonto" que ha escuchado en su vida.
"No creo que la defensa de Amen Thompson lo esté complicando", comenzó Kerr. "Cada vez que suelta la bola, lo golpean. Pero están dentro de las reglas. Así lo quiere la NBA. Sé que si juntamos a los 30 entrenadores, todos pensaremos que es una idiotez permitir esto. Vamos a tener que llevarlo a través del Comité de Competiciones durante el verano para que lo arreglen".
"La regla es que si alguien ya ha soltado el balón, le puedes pegar en el brazo de tiro. Entonces lo que ha pasado en la liga este año es que los jugadores siempre le ganan a estas reglas. Saben lo que están haciendo. Así que están golpeando las manos del tirador una vez que sueltan la bola, porque saben que no se cobrará una falta".
"Los árbitros pueden cobrar una falta flagrante si quisieran, si un tipo se prepara y le pega a otro. Pero no, ha estado sucediendo todo el año. Es lo más tonto que he escuchado en mi vida. Pero tenemos que llevarlo a través de los procesos de la liga para que se cambie".
"Estoy convencido que la NBA lo arreglará el año que viene porque es solo una cuestión de tiempo antes de que alguien se quiebre un pulgar, la mano o lo que sea".